Al final de la misión del tranvía, él se encargó de eliminar a unos soldados de la Wehrmacht que trataron de advertir a la SS sobre Blazkowicz. Después de eso, dijo con la radio, que Blazkowicz está muerto y la situación está bajo control (como una mentira paara ayudar a Blazkowicz). Kessler y Blazkowicz huyeron a la casa de Kessler sin ser visto por los soldados de la Wehrmacht. Tras llegar a un poblado, Kessler le mostró la entrada secreta a la cafetería. Se asume, que se escapó de la Alemania nazi, y se fue a los Estados Unidos o el Reino Unido para escapar de las garras de los nazis.